SECTAS JUDAICAS: LOS HERODIANOS
1ª PARTE: HERODIANISMO HISTÓRICO
CAPÍTULO 2º: HERODIANISMO COMO MANERA DE PENSAR
2.1.IGLESIAS Y POLÍTICA DE GOBERNANTES
,,Los herodianos eran judíos asimilados por el gobierno romano, alineados con un Rey cruel y criminal, y con una perspectiva más política que religiosa, de la misma manera hoy en día en medio de la Iglesia existen movimientos Cristiano-Políticos (fundamentalistas) que pretenden llevar a la iglesia a participar abiertamente en política, olvidando su llamado de predicar y vivir el Evangelio, y pretendiendo cambiar a golpe de leyes y a través hombres metidos en una rueda de intereses creados y corrupción la situación de un país.
Dios levantó cinco ministerios para edificación del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, dicho de otra manera, la función de los cinco ministerios está dentro de la Iglesia y no detrás de una magistratura, tratando de gobernar y de solucionar los problemas del país.
El olivo como figura de los ministros del Espíritu tenía bien definida su función, la cual era dar su aceite para honrar a Dios, y no estar gobernando hombres.
La diáfana postura de Cristo en las tentaciones del diablo en el Desierto muestra como el Poder de dominio, el ansia de mandar de otros, es una tentación del demonio, “Príncipe de este mundo”, en la que el clero y los “cristianos conservadores” caen casi siempre:
“Luego lo llevó el diablo a un alto monte y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra.
Le dijo el diablo:
–A ti te daré todo el poder de estos reinos y la gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada y a quien quiero la doy.
Si tú, postrado, me adoras, todos serán tuyos.
Respondiendo Jesús, le dijo:
–Vete de mí, Satanás, porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y solo a él servirás” (Lucas 4:5-8, Reina-Valera 1995).
2.2.HERODIANOS Y ANTICRISTO
Es posible que, para ganar adeptos, el partido de Herodes pudo haber tenido la costumbre de presentar el establecimiento de la dinastía de Herodes como favorable a la realización de la teocracia (se trataría de la típica propaganda política para engañar a un pueblo ingenuo y desinformado, manipulado por sus élites convenencieras). En la obra de pseudo Tertuliano “Haereses Adversis Omnes” 1,1, el autor denuncia que los herodianos consideraban a Herodes como el Mesías.
Los rabinos los llamaban “Betusianos” en tanto que amigos de la familia de Boeto, cuya hija Mariam fue una de las esposas de Herodes el Grande.
Así pues, los herodianos debían mirar a Herodes el Grande Antipas, y Agripa sucesivamente como Mesías. Algo así como los “Deutsche Christen” (Cristianos Alemanes, “evangélicos” unificados pronazis) ensalzaban a Hitler.
«No hay nada nuevo bajo el sol” (Eclesiastés 1:9) y todas las trampas de la mente carnal y diabólica para engañar a la incauta humanidad son viejas, pero eficaces, a causa de la ignorancia, el orgullo y el fanatismo, terrenos siempre proclives al Diablo.
“¡Ay de los que establecen leyes injustas, y determinando prescriben tiranía” (Isaías 10:1).
“El profeta Jeremías pasó toda su vida luchando contra los profetas que engañaban al pueblo haciéndoles creer que ellos predicaban la Palabra de Dios. Jeremías les dice que “pervierten las palabras del Dios viviente” (Jer. 23:26). Y esto lo hacían para sustentar el poder del rey y el de la casta sacerdotal: “tanto el profeta como el sacerdote son impíos”, denuncia Jeremías” (Raúl García Pérez. Médico Psiquiatra).
Por lo tanto, los herodianos fueron los precursores de la venida del Anticristo, y al igual que en el Antiguo Testamento Antíoco Epífanes (Daniel 8,11), que allanó el camino a la apostasía con la introducción de mejoras materiales, helenización, etc, y una mezcla de los honores a los dioses paganos, junto con el reconocimiento de Jehová y la ley (1 Macabeos 1:10-16).
Podemos imaginar como funcionaban los herodianos leyendo el libro de los Macabeos, 7:24: “Antíoco (…) no sólo trataba de convencerlo con palabras, sino que le prometía con juramentos que lo haría rico y feliz, si abandonaba las tradiciones de sus antepasados. Le aseguraba asimismo que lo haría su Amigo y le confiaría altos cargos”. Es decir como funcionan siempre las potencias conquistadoras con las élites de los pueblos conquistados, intentando sobornarles con cargos, influencias y dinero para abrir canales de colonización cultural y política.
Estos «cristianos conservadores» se identifican sistemáticamente con el poderoso. Esta es una carcterística típica de las psicopatías. Y si son realmente pobres (cosa que no suele ser la regla general) actúan como describía un sicólogo sobre el proceso de muchos judios en campos de concentración, cuyo estadio final era adoptar, ellos mismos, los valores de las SS. En la última fase de despersonalización, la víctima “se enamora” de su propio verdugo.
Frente a todos estos montajes político-religiosos para estafar y esclavizar al pueblo de Dios: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud” (Gálatas 5,1).
2.3.REYES CON PRETENSIONES DE CONTROL RELIGIOSO
Vemos en 1ª Samuel 13:9-14 al mal rey Saúl que se atrevió a oficiar como sacerdote, cuando él era llamado a ser rey y no sacerdote, desde entonces Dios lo desechó como rey de Israel.
Dios no ama la intromisión del Poder mundano, contaminado de injusticias y derramamiento de sangre, dentro de las cosas santas.
Sin embargo las iglesias fundamentalistas siguen el camino de aliarse con el poder mundano lleno de injusticias, con lo que mezclan la espada con el altar, y lo santo con lo pecaminoso.
2.4. EL NAZISMO COMO HERODIANISMO. HITLER COMO UN TIPO DE HERODES O ANTICRISTO.
“Müller, descarriado personaje que en una reunión celebrada en el Palacio de los Deportes de Berlín prometió no parar hasta unir a los protestantes y católicos alemanes en una solo Iglesia: la Iglesia nacional alemana, con el Führer como jefe, a semejanza de la Iglesia anglicana, cuya cabeza visible es el soberano inglés. Esta idea entusiasmó a Göring de tal modo que levantó la sospecha de si desearía unir a su lista de rimbombantes cargos el de ultra obispo, que su Führer no le regatearía. Pero Rosenberg y Himmler, los dos siniestros personajes que más influían sobre Hitler en estas materias, como sentían igual odio por todo lo que oliera a religión, trabajaron el ánimo de su Führer para que no prosperase.”
“En Noruega, los obispos de la Iglesia evangélica fueron el alma del movimiento de resistencia, haciéndose enemigos irreconciliables de Quisling, lo que les valió represiones durísimas.”
“No, Adolfo Hitler aborrecía lo religioso. Su movimiento hizo todo lo posible por extirpar la fe religiosa, especialmente en la juventud. Los jefes de la “Hitlerjugend” procuraban organizar la actividad dominical de manera que sus miembros no pudieran asistir a los oficios divinos.”
“Pero el nazismo estimuló la salida sin punición, mediante la fórmula de escribir en la casilla “religión”, “religionlos” (sin religión, en alemán).”
“El pastor Niemöller, plantó cara al nazismo desde el primer día sin amilanarse y sin dejarse impresionar por los golpes y las tentadoras ofertas que, le proporcionó Hitler. El odio de Hitler por el pastor Niemoller no es para descrito. Cuando en uno de sus cumpleaños, el mariscal von Mackensen le suplicó a Hitler la libertad de Niemoller, Hitler se sofocó disgustado y no respondió más que esto: “Imposible. Es mi preso personal” (M. Penella de Silva, “El número 7”, libro reportaje de un periodista en Alemania entre los años ’20 i ’40).
Palabras del pastor luterano alemán Martin Niemöller:
«Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar”
2.5.IGLESIA Y OBEDIENCIA AL CÉSAR.
Un fragmento del sermón del pastor luterano, el alemán Martin Niemöller ante los representantes de la Iglesia Confesante (clandestina bajo el III Reich porque era libre del Estado) en enero de 1946, pocos meses después de finalizada la guerra:
“Sí, Hitler atacó a los comunistas, pero ¿no eran ateos y revolucionarios?
Y sí, aniquiló a los incapacitados y los enfermos, pero ¿no eran una carga para la sociedad?
Y claro, arrestar a los judíos era deplorable, pero ¿los judíos no son cristianos, verdad?
Y lo de los países ocupados era una lástima, pero por lo menos eso no ocurrió en Alemania ¿no es cierto?
Ninguna excusa justificaba todo eso – reiteró
Dijo – No podemos negar [la necesidad de expiación] con la excusa de que «me habrían matado si hiciera algo».
Preferíamos mantener silencio. Está absolutamente claro que no somos inocentes y me pregunto una y otra vez: ¿qué habría pasado si en el año 1933 ó 1934, 14.000 pastores protestantes y todas las comunidades protestantes de Alemania hubieran defendido la verdad hasta la muerte? Si hubiéramos dicho: «No es correcto que Hermann Göring simplemente meta en campos de concentración a 100.000 comunistas para que mueran». Puedo imaginar que tal vez 30.000 ó 40.000 cristianos protestantes habrían muerto, pero también puedo imaginar que habríamos salvado a 30 ó 40 millones de personas, porque eso es lo que [el silencio] nos costó”
Con la sabiduría que da la experiencia y ante la tarea de lograr que sus paisanos se hicieran responsables (que es la base del Amor de Dios), Niemöller habló con dureza sobre los que se habían considerado alemanes antes que cristianos.
No hicieron caso, no comprendieron, no quisieron comprender, no les interesaba comprender lo que Jesucristo dice a sus discípulos en Marcos 8:15: «Abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes»
2.6. EL HERODIANISMO PRÓXIMO, EL CASO ESPAÑOL
«Después de reflexionar, llamé la atención a los notables y a los consejeros. diciéndoles: ¿’Por qué ustedes no tienen lástima de sus hermanos’?» (Neh. 5,7).
Morir por el ídolo, por el tinglado montado para beneficio de unos pocos a costa de la gran mayoría:
«…Y por verte temida y honrada
contentos tus hijos irán a la muerte.
Y por verte temida y honrada
contentos tus hijos irán a la muerte …» (Himno de la Infantería Española, refiriéndose a “España”, es decir, al Estado).
“Cuánto daño hacen ciertos clérigos a la República de Cristo!….Y luego si llega una revolución y matan a sacerdotes, ah! entonces somos mártires del Cristianismo! Y quieren que el Cristianismo y la Iglesia los defienda y los eleve al honor de los altares. ¿Esos tales son mártires? Si ellos son los que provocan la matanza!” (Padre Gumersindo de Estella pasó 3 años de guerra asistiendo a los sentenciados a muerte en la cárcel de Torrero, Zaragoza. Angustiado por la magnitud del crimen que vió, escribió un diario: “Fusilados en Zaragoza 1936-1939. Tres años de asistencia espiritual a los reos”, Mira Editores, Zaragoza, 2003).
Es una blasfemia que junta el «altar» con la espada criminal de un Imperio genocida (y muchas veces y durante muchos siglos). Pero es lo que casi siempre hacen los clérigos bajo pretexto de lo que dijo Pablo en Romanos, sin ver que se refería al funcionamiento normal de las leyes, pero no a su aplicación injusta, sobre lo cual la Biblia habla muy en contra.
Hay intereses, de las sectas herodianas (cuyo máximo representante son los Roucos y Cañizares entre los católicos y los César Vidal entre los evangélicos) que pretenden que el Estado tiene derecho al despotismo, al genocidio cultural y a la tiranía. Pero aún promocionan algo más grave: que el mismo pueblo sea a la vez verdugo y cómplice (así como víctima) de las injusticias, mediante un proceso de ofuscación sistemática para convertirlo en simple carne de cañón.
En el Estado español, tal como es ahora, no puede haber un Avivamiento, pues está intoxicado por ideologías herodianas (nacionalismo español) que les impiden tanto un arrepentimiento de verdad como una perspectiva evangélica sana. Lo que hay es todo una idolatría abominable y un fanatismo malsano.
Creer, por ej., que la unidad de España o de cualquier Estado es «sagrada» ES MERA IDOLATRÍA. Observemos el tipo de idolatría españolista que se gastan: “Diciendo España, digo la Iglesia. Amad a España y amaréis a Dios” (Monseñor Lauzurica, obispo de Vitoria-Gasteiz). «Inquisidores, pícaros, caciques y soplones», según un clásico del Siglo de Oro castellano.
Pero ya se sabe que para muchos pueblos y especialmente para los españoles (antes españoles que cristianos, por más que se apropian del nombre) hay genocidios buenos (los propios) y malos (los de los demás), esclavismos buenos y malos, terrorismos buenos y malos. Los jesuítas fueron maestros en esto, se llama casuística, y en la Biblia se llama INJUSTICIA E HIPOCRESÍA. Y MALDAD.
«Los descendientes de los generaciones de Jesús habían mezclado su herencia espiritual con un formulismo farisaico, un materialismo saduceo, un oportunismo herodiano y un fanatismo celote» («Study of History», de Arnold Toynbee).
“Practicad el derecho y la justicia, y librad al despojado de manos de su opresor” (Jeremías 22:3a).
«El que oprime al débil hace ultraje a su Creador,…mientras que el que muestra ternura para con el pobre hace resplandecer Su Gloria» (Prov 14,31; 17,5).
Se trata de cumplir lo que dice Jesús, cosa que los herodianos e idólatras españoles (falsos hermanos) nunca quieren cumplir, desobedeciendo al que llaman “su Señor”.
Los “cristianos nazis” (Deutsche Christe) también tenían sus opiniones, claro. Todos las tienen. Pero muchas son no sólo aberrantes sino cómplices del Diablo. Aquí está el problema.
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